Suiza con los niños. Fàbrica de chocolate y Gruyeres.

Suiza con los niños. Fàbrica de chocolate y Gruyeres.

Ooohhh! Se acababa el viaje pero antes nos esperaba aún la visita a la Fabrica de Chocolate Nestlé y el pueblo Gruyeres.


Para hoy, nuestra intención era despertarnos nosotros antes que los peques y empezar el camino con ellos durmiendo, pero como en casi todo lo que se planea con niños, no fue así. Ellos decidieron despertarse temprano también. Después de otro super desayuno empezamos nuestra vuelta hacia Ginebra.


Nuestro avión salía a las 18.00 hs y habíamos previsto estar allí con tiempo. Para nuestra vuelta decidimos cambiar la ruta y coger otra carretera.
Como veréis en la foto, la línea  roja marca nuestra ida y la verde marca la vuelta. 

EL camino fue muy bonito hasta llegar a Bulle. Volvimos a encontrar nieve durante un tramo y también granjas y paisajes preciosos.

Desde Spiez partimos para Bulle donde visitamos la Fábrica de Chocolate Callier-Nestlé.

Fábrica de Chocolate Callier-Nestlé.

La verdad es que fue una visita sorprendente, mejor de lo esperado,pero bueno es normal,me encanta el chocolate, y a mis hijos también así que nos volvimos un poco locos con tanto ¡¡¡ Azuuuucarrr!!!

Llegamos a la fabrica de chocolate a media mañana. Compramos nuestras entradas y esperamos nuestro turno, ya que el recorrido va por grupos con audioguías. Nuestro hijo estaba feliz con su audioguia con forma de tableta de chocolate, y la peque  (a pesar de no saber para que servía) también estaba feli.

Escuchamos y vimos el recorrido en el que se explicaba la historia de cómo llego el chocolate desde América y como se fundó y creció Callier-Nestlé.

Después vimos los ingredientes y la maquinaria y para acabar una cata de chocolate, mmmmmm!  

Gruyères

Tras la visita de la Fábrica nos dirigimos a Gruyères que esta a 5 minutos en coche. Allí hubiera estado bien visitar una quesería para ver como se produce el queso que también nos encanta, pero las horas no nos cuadraban así que subimos al Castillo y después de un paseo  por el castillo cogimos coche dirección Ginebra.

Para los adultos, este punto sería el final del viaje, pero para un niño de tres años, el avión era de lo más atractivo.

El estrés fue al final. No había manera de encontrar el Sector Francés para devolver el coche en el rent a car.

Ya al límite lo dejamos en la parte Suiza arriesgándonos a un suplemento pero no daba tiempo a buscar más. Me alivió que un chico nos dijera que esto le pasa a mucha gente (Mal de mucho consueldo de tontos ¿no?)

De carreras por la aeropuerto con todo el equipaje y los niños a cuestas pero ¡llegamos!



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